Zackie Oh de Atenas
Zak era gay; era una ‘drag queen’. Fue asesinado a patadas en pleno día sin que nadie lo evitara
Youtube es una tumba sin losa en la que algunos de nuestros amigos viven y mueren delante de nuestros ojos. Si te acercas a la tumba digital de Zak Kostopoulos podrás verle todavía vivo en 2013 haciendo una campaña de lucha contra el SIDA: Zak explica qué significa sobrevivir con VIH durante años en un país en el que el sistema sanitario público ha cortado todas sus ayudas a los enfermos. La voz de Zak en inglés es tan suave que acaricia las heridas de los que le escuchan. “Tendrás que luchar contra el estigma,” dice Zak, “pero no te dejes vencer, no hay nada de lo que tengas que avergonzarte… Encontrarás gente que te apoye y te quiera por lo que eres. Vives con VIH, pero sigues siendo la misma persona: eres un ser humano…. Ama, eso es todo”. En esa época, Zak era el presidente de ΟΛΚΕ (Homosexual and Lesbian Community of Greece) y colaborador voluntario de Athens Checkpoint, el centro para la prevención del SIDA y de apoyo a las personas seropositvas de la ciudad. Si te asomas a la tumba digital de Zak, puedes verle en 2014, transformándose en Zackie Oh, su ‘alter-ego’ ‘drag queen’ para actuar en el bar trans Koukles. Zackie, vestida de leopardo, con una melena corta color caoba y ojos maquillados de azul explica: “Atenas es duro si eres como yo.»
En el video ‘Noches de Drag Queens en Atenas’, Zak explica que siempre se ha sentido más seguro en los barrios de Atenas en los que hay migrantes y refugiados que en los que sólo hay “padres de familia griegos”. Explica cómo ha sido atacado varias veces por hombres griegos, nunca por migrantes. “Cuando te expresas públicamente sobre la homosexualidad o sobre el SIDA, cuando andas por la calle en ‘drag’ o con maquillaje,” dice, “las cosas se ponen peligrosas. He sufrido varios ataques homófobos, insultos, pero también violencia física”. Mientras habla acaricia a su perro, de vez en cuando él le lame las mejillas. Detrás de ellos, junto a unos zapatos rosas de tacón alto y unas pelucas, una cebra de plástico duerme apoyada en una caja que dice “Hate Nazis”. “Hasta ahora, siempre he tenido suerte,” dice Zak, “me han dado algunas patadas, pero nada más. He tenido suerte sobre todo porque corro rápido, y porque grito mucho cuando tengo miedo”.
Video homenaje a Zackie Oh
El 21 de Septiembre de 2018, Zak no tuvo suerte, no pudo correr tan rápido. Gritó, pero nadie hizo nada para ayudarle: fue asesinado a patadas en pleno día, delante de varias de personas que filmaban y miraban desde sus ventanas sin que nadie interviniera para evitarlo.
Las primeras noticias que aparecieron en los medios de comunicación griegos dijeron que Zak era un yonqui que había muerto cuando intentaba atracar una joyería armado de un cuchillo. Se dijo de él que era un apestado de SIDA. Un maricón. Los medios de comunicación de derechas se alegraron de que hubiera “un drogadicto menos, un sidoso menos en las calles de Atenas”. Pero luego aparecieron las grabaciones anónimas de los que fueron sus tres últimos minutos de vida.
Los dos primeros vídeos que aparecieron muestran a dos hombres que impiden que Zak salga de la joyería, le golpean, le pisan la cabeza. Cuando por fin consigue salir escapando de los golpes, ocho policías le asaltan, le pegan con porras, le aplastan el pecho hasta asfixiarle y le esposan. El equipo médico que le atendió cuando la policía le llevó al hospital Evangelismos simplemente preguntó: ¿Por qué esposaron a un hombre muerto? Un tercer video filmado por una de las cámaras de vigilancia de una de las joyerías cercanas salió finalmente a la luz algunos días después: en él es posible ver a dos hombres insultando y agrediendo a Zak antes de que éste entre en la joyería.
Mientras se prueba un vestido de luto, Zackie Oh cuenta su historia ‘drag’: “Zackie era una mujer de la alta sociedad que estaba casada con un hombre rico”, explica, “pero un día lo perdió todo, su dinero, su marido, cayó en el alcohol, tocó fondo, pero se levantó de nuevo, como una puta. Me gustaría abrir un local, un lugar sin identidad, no para un grupo determinado. Hay bares gays, hay bares lésbicos, bares para migrantes. Me gustaría que fuera un lugar donde todo el mundo pudiera sentirse bien. Mi sociedad ideal en miniatura. Puesto que no puedo cambiar esta sociedad, al menos existiría un lugar que se parece a mi mundo ideal».
Zak fue brutalmente asesinado por dos hombres, uno de ellos perteneciente a un grupo de extrema derecha, y por un grupo de ocho policías armados delante de decenas de cámaras de seguridad. ¿A quién protegen los dispositivos de seguridad? En nuestras democracias neoliberales nacionalistas, la policía es el brazo armado del necropatriarcado. No hay seguridad, sino acoso racista, sexista y homófobo. La policía come carne de ‘drag queen’. La extrema derecha se corre sobre el cadáver de un seropositivo.
Zak era gay. Zak era una ‘drag queen’. Zak era eso y todo lo demás. Zak era seropositivo. A veces, Zak tomaba ‘speed’ y MDMA. Zak era un activista. Zak era una de nosotras. Gestionemos nuestra rabia, movilicémonos ahora que todavía es posible. Levantémosnos como putas en nombre de Zackie. Ilegalicemos los partidos de extrema derecha. Despatriarcalicemos la policía. Descolonicemos la ley.
La voz suave de Zackie vuelve a salir de su tumba: “Creo que la gente que ataca a otra gente, los fascistas, disfrutan viendo cómo te asustas”. Zak entra en su baño, se quita la camiseta, se depila las axilas y las cejas y se prepara para ser para siempre Santa Zackie Oh de Atenas.
Un crowdfunding ha sido organizado para ayudar a los amigos y a la familia a pagar un abogado que denuncie a las personas y a los policías que asesinaron a Zak. Si quieres contribuir: